martes

La luz de la memoria



Es sorprendente como la escritura te ayuda a refrescar los recuerdos.
Hoy al revisar mis viejos diarios de campo, encontré los rostros de niños, niñas y padres de familia con los que compartí lecturas en diferentes lugares de Bogotá.

Y la emoción que se imprimió en mi alma… se iluminó con cada historia, con cada rostro y con cada libro.

Siempre he tenido claro que no soy un gran escritor, pero insisto en la escritura personal, así sea para volverme a encontrar con mis amigos en las páginas de mi memoria.


Viernes 16 de enero 2004
Instituto de Ortopedia Infantil  Roosvelt

Hace una semana empezamos de nuevo con el programa Palabras que acompañan – Dolex.
Trabajé solo mientras Carmenza regresaba de sus merecidas vacaciones.

Este viernes conocí a Cesar. Tiene 11 años y es de Pereira. Estaba solo, sin compañía, muy quieto en su cama, porque lo acaban de operar de la columna. Hablamos de su anterior visita hace dos años, cuando comenzó el programa, y de sus lecturas en la consulta externa.

Más adelante su mamá me contó que de esa época el niño tenía el libro “El dedo de Estefanía” que le regaló el programa y que cuidaba mucho, hasta el punto que un día se peleó con un niño de la escuela que se lo quería robar, lo cual es tremendo, porque llegó reventado a la casa, con un ojo morado pero con su cuento y su orgullo a salvo.

Cesar es muy optimista, puede estar adolorido, pero si le preguntas ¿cómo está? Te dirá:“¡ Muy bien !”

La última vez, hablando de sus operaciones, nos contó que él no se moría sin caminar, y lo decía con una sonrisa y una esperanza, que seguramente un día de estos lo veremos corriendo por leer un libro.


Carátula de uno de los libros publicados por el programa
Palabras que acompañan - Dolex
y que se obsequiaron a los niños y a los padres
que estaban en los hospitales de pediatría.
Foto tomada de la página de internet de Irene Vasco
 autora de los libros y del cuento 
"El dedo de Estefanía"
Pueden conocer más de Irene Vasco en el siguiente enlace: