miércoles

Versos que ayudan en el trabajo

Mural realizado por Catalina Rojas en Chile

Leer Para Sanar es un proyecto de biblioterapia creado para brindar un espacio de esparcimiento a los pacientes y acompañantes del hospital, sin embargo, he podido encontrar por mi camino, a muchos otros indirectos beneficiarios de la literatura. Ese fue el caso de Claudia Díaz y Nancy Ruiz, dos compañeras de trabajo, que ayudan a mantener limpio y hermoso el hospital, que al ver el carro portalibros a la distancia me preguntaron de una forma traviesa por el señor Pablo Neruda. Cuando les conté un poco quien era este escritor, se rieron porque era uno de los libros que ellas habían observado en el carro. Cuando les pregunté si querían que les leyera en voz alta uno de los poemas de Neruda, contestaron de inmediato con un “sí”. Les leí el poema número 15 del conocido libro “20 poemas de amor y una canción desesperada”.
Al terminar la lectura las dos compañeras estaban muy sorprendidas y Claudia expresó:
“Esos versos me ayudan en mi trabajo. Porque la lectura me hace feliz y me quita el estrés”. Esta misma idea es la que me acompaña desde que soy un niño, y por la que realizó todos los días mi trabajo con la mayor dedicación y amor, por que estoy convencido del apoyo que tiene la lectura en todas las dimensiones de mi vida.

15
Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.